miércoles, 19 de mayo de 2010
¿Que es la Aristocracia Obrera?
Es una expresión acuñada por Federico Engels para denotar la formación bajo el imperialismo de un sector privilegiado dentro del proletariado de los países capitalistas más fuertes que sirve de canal de penetración de la política burguesa en el movimiento obrero y de difusión del reformismo en su seno.
El imperialismo es un régimen parasitario, corrompido y en descomposición, donde los monopolios y el saqueo de las gigantescas riquezas de los países coloniales engendra una casta de rentistas ociosos. Este flujo de riquezas también permite a la burguesía sobornar a una parte del proletariado de su país, a menudo obreros altamente cualificados. No se trata de un aburguesamiento del conjunto de la clase obrera de los Estados capitalistas más avanzados, sino de la corrupción de un sector privilegiado y reducido de la misma. Cuando Inglaterra tuvo el monopolio del mercado mundial a lo largo de todo el siglo XIX, pudo corromper durante mucho tiempo a sus obreros; pero bajo el imperialismo eso es imposible porque son varias las potencias que se disputan la hegemonía mundial y sólo pueden corromper a un pequeño sector de su propio proletariado. Por eso, lo que durante la segunda mitad del siglo XIX fue característico de Inglaterra, el triunfo total del reformismo entre la clase obrera, se extendió a lo largo del siglo XX entre todas las grandes potencias, aunque no podía abarcar al conjunto de la clase obrera, sino sólo a un reducido sector de la misma. Hoy en todos los países avanzados se corrompe a las capas superiores de la clase obrera, que se pasan al lado de la burguesía por las dádivas que reciben, al tiempo que arrojan sobre la masa de los obreros y los inmigrantes el peso del trabajo peor retribuido y menos cualificado. Comprando a un sector del proletariado, la burguesía imperialista intenta también escindir a la clase obrera y destruir su conciencia de clase.
El capital monopolista se vale de diversos métodos de soborno: eleva el salario a ciertos trabajadores, proporciona buenos puestos a la burocracia obrera en el aparato estatal y en los sindicatos, les concede horas sindicales, les garantiza su puesto de trabajo a salvo de despidos, etc. No aparece públicamente como una forma abierta de corrupción, sino institucionalizado en una política social y asistencial que conforman lo que califican de un estado de bienestar del que sólo viven, en realidad, un puñado de funcionarios bien remunerados, sindicalistas y voluntarios de las ONG. Se ha generado así toda una casta de profesionales que viven a costa de la miseria de amplios sectores obreros y justifican su colaboración con el Estado burgués con una aureola asistencialista.
Este sector obrero corrompido es el soporte social de la socialdemocracia, el reformismo y el revisionismo. De ahí que esas corrientes tengan un carácter internacional y permanente, porque existe un sector social propicio a ello que la burguesía se encarga de alimentar económica e ideológicamente.
Extraído de antorcha.org (censurada)
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