jueves, 26 de abril de 2012

Comunicado Conjunto de Partidos Comunistas y Obreros para el Primero de Mayo de 2012


Protestamos contra la explotación capitalista y las guerras imperialistas.
¡Por la satisfacción de las necesidades contemporáneas de la clase obrera y del pueblo!
Por el derrocamiento del sistema capitalista.
Por el poder obrero-popular, el socialismo-comunismo.


Obreras y obreros:

Trabajadores de todo el mundo:

Los partidos comunistas y obreros, que firman este texto, emiten este comunicado conjunto con motivo al Primero de Mayo de 2012, que es de particular importancia a la hora que en muchos países los trabajadores experimentan las consecuencias de la crisis capitalista, las consecuencias de las guerras e intervenciones imperialistas, la intensificación de la explotación capitalista.

Nuestro mensaje es claro: La clase obrera tiene la fuerza de revertir la situación actual. En todos los rincones del planeta millones deben gritar: Ningún sacrificio para nuestros explotadores. Por el despertar, la unidad y la organización de clase en todas partes. Lucha por el derrocamiento de la política antipopular, por la defensa de la vida de la familia obrera de la pobreza y el desempleo. Todos deben luchar por una vida a la altura de nuestro trabajo y necesidades. Para que la clase obrera se convierta en fuerza de derrocamiento y de poder.

Nuestros partidos consideran que:

En oposición a las teorías burguesas y oportunistas, la realidad es que la clase obrera no sólo no ha desaparecido sino que se está desarrollando y creciendo a nivel de cantidad y calidad, como la fuerza básica de producción independientemente de los cambios en su estructura y composición debido a los cambios en el proceso de producción causados por el progreso tecnológico. La clase obrera es la fuerza motriz del desarrollo social y su misión histórica es la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, de la explotación del hombre por el hombre, la eliminación total de las clases. No hay otra fuerza social que pueda desempeñar este papel.

Hoy, la realidad de la crisis económica capitalista, que se ha manifestado de forma sincronizada en varios países capitalistas, demuestra una vez más que el capitalismo que está en la etapa superior de su desarrollo, la etapa imperialista, provoca sufrimiento a millones de trabajadores en todo el mundo, genera pobreza y paro, padece de contradicciones incurables que se manifiestan mediante crisis cíclicas y guerras para la expansión de la actividad comercial de los monopolios, la división de los mercados, el control de las fuentes de riqueza.

La crisis del capitalismo evidencia los límites históricos del sistema mientras la clase obrera, que no tiene a su disposición los medios de producción, es el “sepulturero” del modo de producción capitalista. Este papel histórico revolucionario de la clase obrera requiere su organización en clase para sí. La formación y el fortalecimiento del Partido revolucionario son necesarios para que la clase obrera tome conciencia de su misión, para que se establezca una estrategia revolucionaria que dirija la implacable lucha de clases contra el capital.

La clase obrera no puede tener éxito con la línea del “consenso social” y la “paz” social, según sostienen fuerzas reformistas y oportunistas. Los muchos años de experiencia negativa demuestran que esta línea llevó a la asimilación del movimiento sindical para lo cual la socialdemocracia y las fuerzas del oportunismo tienen la responsabilidad básica. Hoy en día es necesario para el capitalismo que desmantele hasta las conquistas más básicas logradas en las décadas anteriores como resultado de la lucha de clases a nivel nacional e internacional.

Ni tampoco la lucha obrera por impedir las medidas antipopulares, por reivindicaciones y conquistas económicas y sociales en condiciones de capitalismo, puede separarse con murallas de la lucha por la sociedad socialista-comunista.

La lucha por reivindicaciones económicas, sociales y políticas en base a las necesidades contemporáneas del pueblo y de la clase obrera, tienen como objetivo agrupar, concentrar y preparar las fuerzas obreras para confrontaciones duras con el sistema de explotación. No se restringe en tener algunos logros inmediatos. Está vinculada con la meta de derrocar la barbarie capitalista. La clase obrera produce la riqueza y debe reclamarla en la lucha por su propio poder.

Este esfuerzo se está llevando a cabo en condiciones más difíciles debido a la contrarrevolución en la URSS y los demás países de Europa Central y Este que llevó, temporalmente, al retroceso del movimiento, al aumento de las ilusiones fomentadas por la burguesía que, supuestamente, el capitalismo es “el fin de la historia”. Después de veinte años, los impasses del capitalismo demuestran la necesidad y vigencia del socialismo. Estudiamos la experiencia de la construcción socialista en el siglo XX, sin ser negativos y sin reducir a nada su contribución positiva e insustituible. Tratamos de sacar conclusiones que harán que nuestros partidos sean más capaces y que servirán como armas para los obreros en todo el mundo revitalizando su conciencia y fe en el poder obrero, en el socialismo-comunismo.

Obreras y obreros:

¡Trabajadores de todo el mundo!

Rendimos homenaje al Primero de Mayo, a los sacrificios, a las luchas de la clase obrera mundial, enviando a todo el mundo un mensaje militante de solidaridad en las manifestaciones del Primero de Mayo. Nos comprometemos a contribuir más decisivamente en la organización del proletariado y en la lucha de clases en nuestros países, a nivel regional e internacional, para derrotar el poder de los monopolios, para derrocar la barbarie capitalista, por el socialismo.

Levantamos nuestras voces decisivamente e instamos a todos los obreros, los jóvenes, las mujeres, las personas radicales y progresistas a unir sus fuerzas contra el anticomunismo y el doble estándar a expensas de los Partidos Comunistas que aplican la UE y otras alianzas imperialistas.

Protestamos en todo el mundo contra la explotación capitalista y las guerras e intervenciones imperialistas a expensas de los pueblos. Por el derecho de cada pueblo a elegir su futuro sin la intervención imperialista extranjera.

¡Viva la clase obrera mundial!

¡Viva la cosmovisión comunista revolucionaria, el marxismo-leninismo, la lucha en base científica por el derrocamiento del sistema capitalista en cada país, en todo el mundo. Este es el camino para que los pueblos vivan en paz, sin la barbarie del capitalismo, sin guerras.

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!


Partido Comunista de Grecia
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Socialista de Letonia
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de México
Partido Comunista Obrero Húngaro
Unión de los comunistas de Ucrania
Partido Comunista Obrero de Rusia-Partido Revolucionario de los Comunistas
Partido Comunista de Turquía


El comunicado estará abierto a nuevas adhesiones.

domingo, 22 de abril de 2012

¿Que es el Lumpenproletariado?


Es aquella parte de la clase obrera que queda fuera del proceso de producción y socialmente marginada.

El capitalismo crea un voluminoso ejército industrial de reserva, al tiempo que el pauperismo de la población crece progresivamente. Las crisis golpean periódicamente con fuerza a la clase obrera engendrando un importante sector de la población colocada en la miseria, sin expectativas ni esperanzas de ningún tipo que debe recurrir a toda clase de subterfugios para poder sobrevivir en unas condiciones lamentables. Ellos son el colchón que amortigua las caídas y evita que el sistema se rompa en pedazos.

El lumpenproletariado crece al mismo ritmo que la acumulación capitalista. Por eso, lo que en un polo es acumulación de riqueza es, en el polo contrario, es decir, en la clase que crea su propio producto como capital, acumulación de miseria, de tormentos, de esclavitud, de despotismo, y de ignorancia y degradación moral. Este sector social desempeña un papel económico fundamental y no es ningún residuo desechable. No son los despojos que va arrojando la sociedad en su marcha: es también uno de los motores de esa marcha; la marginación no es algo accesorio, prescindible, una secuela indeseada sino una pieza fundamental en el funcionamiento del sistema productivo capitalista. En contra de la lógica asistencial, los presupuestos de bienestar se incrementan en las fases de auge económico y se contraen en las de crisis, que es cuando deberían ser más cuantiosas. Lo que la clase dominante da y lo que la dominada necesita no son correlativos en absoluto. No hay políticas económicas capaces de erradicar la marginación social, porque es un fenómeno consustancial a esta sociedad que interesa promover como fuerza de choque contra los trabajadores. Así ha sido históricamente hasta hoy mismo: la caridad, la beneficencia y los servicios sociales es lo que siempre han pretendido. La política social es la otra cara de la política represiva: no es algo distinto sino más de lo mismo, una continuación de lo mismo.

El lumpenproletariado es extraordinariamente vulnerable y, por ello, es en su seno donde la burguesía ha reclutado la carne de cañón imprescindible para sofocar cualquier rebelión dirigida contra su dominio. La legión de los excluidos no se caracteriza, pues, por su inadaptación, sino por su exceso de adaptación precisamente. Nadie está más aferrado a los valores y símbolos capitalistas que sus primeras víctimas, quienes han padecido en sus carnes con toda crudeza la dialéctica del amo y el esclavo. No se trata sólo de un sector social desclasado sino privado de su conciencia de clase y, en consecuencia, el más expuesto al bombardeo mediático: todas las taras ideológicas de la sociedad actual se manifiestan más acusadamente entre estos desplazados entre los que la burguesía suele reclutar sus fuerzas de choque.


Extraído de antorcha.org (censurada)

miércoles, 18 de abril de 2012

El Maestro Engels sobre el uso de medios ilegales y legales


Nosotros, los «revolucionarios», los «elementos subversivos», prosperamos mucho más con los medios legales que con los ilegales y la subversión. Los partidos del orden, como ellos se llaman, se van a pique con la legalidad creada por ellos mismos. Exclaman desesperados, con Odilon Barrot: La légalité nous tue, la legalidad nos mata, mientras nosotros echamos, con esta legalidad, músculos vigorosos y carrillos colorados y parece que nos ha alcanzado el soplo de la eterna juventud. Y si nosotros no somos tan locos que nos dejemos arrastrar al combate callejero, para darles gusto, a la postre no tendrán más camino que romper ellos mismos esta legalidad tan fatal para ellos.

Engels en la introducción de "La lucha de clases en Francia de 1848-1850" de Marx

martes, 3 de abril de 2012

La Camarada Krupskaya contra el Trotskismo


A la dirección calumniosa de la Segunda Internacional

Por N. Krupskaya. 

"Por qué la Segunda Internacional toma a Trotski bajo su protección"

 A los Trotskistas y a los Zinovievistas no les interesa el destino de las masas. Lo único que les importa es cómo tomar el poder, aunque sea con la ayuda de la Policía Secreta del Estado Alemán y de los enemigos más salvajes de la dictadura del proletariado, ansiosos por restaurar la sociedad del estado burgués y la explotación capitalista de las masas de trabajadores en el país de los Soviets.

No es por accidente que Trotski, que nunca captó el carácter esencial de la dictadura del proletariado, que nunca comprendió el papel desempeñado por las masas en la construcción del Socialismo, Trotsky, que cree que el Socialismo puede ser construido con órdenes desde arriba, optase por la vía de organizar actos terroristas contra Stalin, Voroshilov y otros miembros del Buró Político que están ayudando a las masas a construir el Socialismo.

No ha sido por casualidad que el inescrupuloso bloque en torno a Kamenev y Zinoviev se haya juntado a Trotski, paso a paso, hacia el fondo del abismo de la traición de la causa de Lenin, de la causa de las masas trabajadoras, de la causa del Socialismo.

Trotski, Zinoviev, Kamenev y toda su banda de asesinos, trabajaron codo a codo con el fascismo alemán y formaron una alianza con la Policía Secreta del Estado alemán. A partir de aquí es que todo el país exige unánimemente: "¡Estos perros rabiosos deben ser fusilados!" Ellos han querido crear confusión en las masas. Han querido disparar al Camarada Stalin, el corazón y el cerebro de la revolución, Y fallaron. La banda miserable de canallas ha sido ejecutada. Las masas se han unido más estrechamente en torno al C. C.; su lealtad a Stalin es más fuerte que nunca.

Tampoco es accidental que la Segunda Internacional se comporte como si hubiera enloquecido, y se apresure a proteger la banda asesina de Trotski-Zinoviev que se esfuerza en desintegrar el Frente Popular. De Brouckere, Citrine y sus compañeros, perdonan todas las fechorías cometidas por los enemigos de la clase trabajadora de la Unión Soviética, contra el Partido y sus líderes. En el aullido antisoviético levantado por la burguesía mundial, la voz del la Segunda internacional es la más alta. La Tercera Internacional nació de la lucha contra la Segunda Internacional. Con la ayuda de los renegados, Katusky y su comparsa, la Segunda Internacional llevó a cabo una salvaje campaña difamatoria dirigida contra la dictadura del proletariado, contra el poder Soviético. La Segunda Internacional pretende extenuar y derrotar el orden capitalista lanzando arena a los ojos de las masas trabajadoras. Por lo tanto, ahora apoya al agente de la Policía Secreta del Estado Alemán, Trotski. Pero la tentativa ha sido un fracaso. Nuestra tierra soviética se ha vuelto poderosa y alza cada vez más alto las banderas del Comunismo. Con paso seguro avanza continuamente por el camino indicado por Marx, Engels y Lenin. Ni los trotskistas, ni los partidarios de Zinoviev, ni la Segunda Internacional, tendrán éxito en esconder este hecho y en lanzar arena a los ojos de las masas. La tensa situación en el escenario internacional y la amenaza de un peligro de guerra aumentará la vigilancia de los trabajadores e incrementará y fortalecerá el Frente Popular de las masas trabajadoras del mundo entero.

International Press Correspondence, 12 de Septiembre de 1936, Vol. 16, No. 42, pag. 1162.